Es posible que conozcamos a una persona que precise de ayuda psicológica, o al menos que pensamos que hay algo que no va bien y deseamos prestarle ayuda.
¿Qué podemos hacer?
Lo primero es conseguir acepte que necesita ayuda psicológica y acuda a un especialista. Te recomendamos leer este artículo si no lo has hecho ya, pues de da todas las claves para lograr:
Lo primero es conseguir acepte que necesita ayuda psicológica y acuda a un especialista. Te recomendamos leer este artículo si no lo has hecho ya, pues de da todas las claves para lograr:
- Que el afectado acepte que tiene una necesidad de ayuda psicológica.
- Que pueda, con tu ayuda, elegir y acudir al especialista que mejor le pueda ayudar.
No obstante solicitar
apoyo especializado es sólo el primer paso, pero si una persona tiene
un problema emocional seguirá necesitando de tu ayuda antes, durante y después
del proceso terapéutico.
¿Cómo puedes prestar tu ayuda psicológica en
este caso? ¿Qué puedes hacer tú, como familiar, compañero o amigo de esta persona, para ayudarle en su día a día?
He aquí algunos consejos en ese sentido:
1) No le juzgues ni critiques
Nuestro primer impulso puede ser decirle que cambie su actitud, recriminarle su comportamiento, afearle su conducta, o conminarle a cambiar o a actuar de otra manera. Esto es un error.Ten en cuenta que la mayoría de los trastornos psicológicos se basan en un cambio químico en el funcionamiento de nuestro organismo.
Los niveles de algunas substancias en nuestro cuerpo,
como la dopamina o la serotonina, influyen directamente en nuestro
estado emocional. Como nos explican en este reportaje de la BBC:
Existen cuatro químicos naturales en nuestros cuerpos que suelen ser definidos como el "cuarteto de la felicidad", conformado por la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina
BBC Mundo, 21/03/2017
Con esto queremos decir que la
persona no elige estar deprimida o ansiosa, por lo que no la ayudará en
absoluto que le hagamos críticas o reproches sobre su estado o su
actitud, ya que no puede controlarlos conscientemente.
Tendremos que
tener paciencia mientras la terapia profesional va haciendo efecto.
2) No minimices su problema psicológico
Es habitual tratar de restarle importancia a lo que le sucede,e incluso acusarle de dramatizar. Esto es un error.Frases como "yo también estaba deprimido
cuando el coche se rompió y no tenía dinero, pero al final me puse y
resolví el problema. No tienes ninguna razón en ponerte así, estas cosas
pasan en la vida. Alégrate y no te deprimas que ya verás como no es
para tanto" pueden ser más perjudiciales que beneficiosas.
No hay que perder de vista que los trastornos emocionales son diferentes de las emociones normales de tristeza, frustración, decepción, por lo que no se trata simplemente de "alegrarse" o cambiar de sentimiento.
No hay que perder de vista que los trastornos emocionales son diferentes de las emociones normales de tristeza, frustración, decepción, por lo que no se trata simplemente de "alegrarse" o cambiar de sentimiento.
Como dijimos antes la persona no desea sentirse así y si pudiera no
elegiría estar en ese estado.
Por tanto acepta que él tiene un problema y que necesita ayuda para poder superar el trastorno
Por tanto acepta que él tiene un problema y que necesita ayuda para poder superar el trastorno
3) Pregúntale en qué puedes ayudarle
Ya sabemos que cualquier persona puede prestar asistencia psicológica a un amigo o familiar. Basta con que le preguntes en qué puedes ayudarle.Esto le hará sentir que no
está solo, sino que tiene en quién confiar y quien comprende su
problema. No se trata de estar continuamente dando consejos y
diciéndole lo que tiene que hacer, sino en estar ahí, a su lado y
brindarle tu apoyo.
Que sienta tu presencia y tu cercanía.
Ofrécete sin atosigarlo, no le agobies, pero no le abandones.
Ofrécete sin atosigarlo, no le agobies, pero no le abandones.
Que sepa permanentemente que puede contar contigo, que puede desahogarse, que puede contarte sus problemas, que lo vas a entender, que no debe avergonzarse ante tí; pero si no quiere hablar o no colabora, no le agobies, dale su tiempo y deja que tome sus decisiones.
4) Involúcrale en actividades
Es una buena idea hacerle participar en diferentes actividades que le hagan cambiar de medio ambiente, que le inspiren cosas diferentes.Cambiar por fuera ayuda a
cambiar lo de dentro.
También puedes ayudarle a retomar actividades que él ya practicara en el pasado y que le ayuden a recuperar su actitud de aquella época.
También puedes ayudarle a retomar actividades que él ya practicara en el pasado y que le ayuden a recuperar su actitud de aquella época.
Hacer cosas que hicimos en otro tiempo nos retrotrae a la experiencia de aquel tiempo, a los sentimientos de aquella época.
Comparte con él tu tiempo, realiza sus mismas actividades, llévale a compartir las tuyas.
Comparte con él tu tiempo, realiza sus mismas actividades, llévale a compartir las tuyas.
Esto le reforzará la sensación de que no está solo.
A veces rechazará las invitaciones, no te lo tomes personalmente y no te rindas. No es tan recomendable para persona obligarle a socializar sino más bien transmitirle claramente el mensaje: "estoy aquí para tí, podemos salir juntos en cualquier momento y puedes hacer todas estas cosas". Quizás pase algo de tiempo hasta que poco a poco vaya participando de unas u otras actividades y vaya cambiando su rutina. No desesperes, mantén tu ofrecimiento, sin presionarle.
Si la otra persona no acepta recibir atención psicológica profesional, o incluso si llega a aceptarlo (ya sea psicoterapia o medicación) la realidad es que no va a cambiar inmediatamente, de la noche a la mañana, sino que le costará tiempo y esfuerzo ir normalizando su situación. Debes ser paciente y ofrecerle un apoyo constante.
No tienes que estar de acuerdo con los pensamientos negativos, puedes discrepar y expresar tu opinión, pero debes evitar el debate o la disputa. Expresa tus opiniones, pero escucha las suyas. Hazle ver que estás a su lado, que le entiendes , que le apoyas, que aún cuando tengáis diferentes percepciones u opiniones de las cosas, sigues estando a su lado y puede contar contigo.
En las cosas que haga bien, o en las que estéis de acuerdo, reconóceselo. Hazle saber lo que hace bien. Esto le reconfortará, le aumentará su seguridad y autoestima, y hará que te vea con buenos ojos.
En los casos de discrepancia puedes proporcionarle evidencias de que las cosas son un poco diferentes de como el las ve. No le contradigas pero trata de escucharle y entender lo que se siente. Dile cómo ves las cosas, sin entrar en una disputa sobre quién tiene la razón
No pases por alto las amenazas de suicidio. Quizás te veas tentado de creer el mito de que los que amenazan con suicidarse es que realmente no piensan hacerlo, y que los verdaderos suicidas no avisan.
Esto es falaz. Si una persona amenaza o habla sobre el suicidio en realidad lo ve como una forma de escapar de la necesidad de pedir ayuda urgente. Puede estar llamando la atención, puede que todavía no contemple el suicidio como opción real, pero si no se le presta atención puede que la idea de llamar la atención vaya a más y termine por convencerle.
Por ejemplo, hay muchas personas con depresión que terminan pensando que los que les rodean estarían mejor sin ellos y que si abandonan la vida harán más descansadas las vidas de sus seres queridos. Este tipo de pensamiento también se ve afectado por problemas emocionales y aparece en personas con dificultades para ver los aspectos positivos de la realidad o para buscar otras soluciones para resolver el problema.
En estos casos lo mejor es acudir cuanto antes a un psicólogo o un psiquiatra. Mientras tanto, lo mejor es no acusarle directamente de pensar en el suicidio o reprocharle esta actitud, sino más bien tratar de ofrecerle razones positivas de por qué debe vivir.
Si la persona con trastorno sigue el tratamiento, empezará a notar pequeños cambios en su vida, habrá cosas, comportamientos, actitudes que empezarán a cambiar. Ahí puedes hacer una gran labor para ayudarle a coger carrerilla.
Normalmente los cambios serán pequeños pero es bueno recalcarlos y hacérselos ver. Esto le lleva a mantener o incluso incrementar la motivación para luchar. De ahí la importancia de observar estos pequeños cambios y animarle con ellos.
Por ejemplo: si últimamente había descuidado su aspecto físico, y un día notas que hizo algo para mejorarlo, es conveniente que se lo digas. O si algún día logra controlar sus emociones y ya no reacciona tan fuertemente a todo lo que le molesta a su alrededor, es positivo que le recalques ese comportamiento, para que sea consciente de que está haciendo las cosas bien y de que ese es el camino.
Un detalle muy importante es hacer referencia al comportamiento actual de la persona y no compararlo con lo que estaba haciendo hasta entonces. Por ejemplo, es conveniente decir "estás muy bien con tu pelo cuidado y arreglado así, se te ve hermosa", pero no conviene decir "¿que has hecho con tu cabello? Menos mal que lo has peinado, lo tenías fatal, te habías descuidado mucho" Es mejor hacer referencias positivas al cambio y evitar referencias negativas al comportamiento antes del cambio.
Es necesario asegurarse de comprenda el mensaje y le quede claro lo que quieres decir. Analiza tu mensaje, míralo desde varios puntos de vista, imagina posibles interpretaciones alternativas, modifica el lenguaje que pueda interpretarse ambiguamente para eviotar que esto ocurra. Aségurate de transmitir los mensajes con claridad y sin ambajes.
Y una vez que hayas emitido el mensaje, asegurate de que lo ha comprendido, que lo ha interpretado correctamente, que no hay dudas ni errores por su parte.
Si quieres que nosotros también le ayudemos, no dudes en avisarnos. Podemos ponerle en contacto con el psicólogo o psicóloga más adecuado para su caso, empezar el tratamiento y con la ayuda del terapeuta y la tuya tendrá todo lo necesario para salir adelante.
Por último, no olvides compartir este artículo en facebook y/o twitter. Es otra forma de prestar esta ayuda a tus amigos, y conocidos. Pulsa sobre estos iconos:
A veces rechazará las invitaciones, no te lo tomes personalmente y no te rindas. No es tan recomendable para persona obligarle a socializar sino más bien transmitirle claramente el mensaje: "estoy aquí para tí, podemos salir juntos en cualquier momento y puedes hacer todas estas cosas". Quizás pase algo de tiempo hasta que poco a poco vaya participando de unas u otras actividades y vaya cambiando su rutina. No desesperes, mantén tu ofrecimiento, sin presionarle.
5) Ten paciencia
Si la otra persona no acepta recibir atención psicológica profesional, o incluso si llega a aceptarlo (ya sea psicoterapia o medicación) la realidad es que no va a cambiar inmediatamente, de la noche a la mañana, sino que le costará tiempo y esfuerzo ir normalizando su situación. Debes ser paciente y ofrecerle un apoyo constante.
No tienes que estar de acuerdo con los pensamientos negativos, puedes discrepar y expresar tu opinión, pero debes evitar el debate o la disputa. Expresa tus opiniones, pero escucha las suyas. Hazle ver que estás a su lado, que le entiendes , que le apoyas, que aún cuando tengáis diferentes percepciones u opiniones de las cosas, sigues estando a su lado y puede contar contigo.
En las cosas que haga bien, o en las que estéis de acuerdo, reconóceselo. Hazle saber lo que hace bien. Esto le reconfortará, le aumentará su seguridad y autoestima, y hará que te vea con buenos ojos.
En los casos de discrepancia puedes proporcionarle evidencias de que las cosas son un poco diferentes de como el las ve. No le contradigas pero trata de escucharle y entender lo que se siente. Dile cómo ves las cosas, sin entrar en una disputa sobre quién tiene la razón
6) Presta atención a pensamientos suicidas
No pases por alto las amenazas de suicidio. Quizás te veas tentado de creer el mito de que los que amenazan con suicidarse es que realmente no piensan hacerlo, y que los verdaderos suicidas no avisan.
Esto es falaz. Si una persona amenaza o habla sobre el suicidio en realidad lo ve como una forma de escapar de la necesidad de pedir ayuda urgente. Puede estar llamando la atención, puede que todavía no contemple el suicidio como opción real, pero si no se le presta atención puede que la idea de llamar la atención vaya a más y termine por convencerle.
Por ejemplo, hay muchas personas con depresión que terminan pensando que los que les rodean estarían mejor sin ellos y que si abandonan la vida harán más descansadas las vidas de sus seres queridos. Este tipo de pensamiento también se ve afectado por problemas emocionales y aparece en personas con dificultades para ver los aspectos positivos de la realidad o para buscar otras soluciones para resolver el problema.
En estos casos lo mejor es acudir cuanto antes a un psicólogo o un psiquiatra. Mientras tanto, lo mejor es no acusarle directamente de pensar en el suicidio o reprocharle esta actitud, sino más bien tratar de ofrecerle razones positivas de por qué debe vivir.
7) Animale cuando relice pequeños cambios o mejoras
Si la persona con trastorno sigue el tratamiento, empezará a notar pequeños cambios en su vida, habrá cosas, comportamientos, actitudes que empezarán a cambiar. Ahí puedes hacer una gran labor para ayudarle a coger carrerilla.
Normalmente los cambios serán pequeños pero es bueno recalcarlos y hacérselos ver. Esto le lleva a mantener o incluso incrementar la motivación para luchar. De ahí la importancia de observar estos pequeños cambios y animarle con ellos.
Por ejemplo: si últimamente había descuidado su aspecto físico, y un día notas que hizo algo para mejorarlo, es conveniente que se lo digas. O si algún día logra controlar sus emociones y ya no reacciona tan fuertemente a todo lo que le molesta a su alrededor, es positivo que le recalques ese comportamiento, para que sea consciente de que está haciendo las cosas bien y de que ese es el camino.
Un detalle muy importante es hacer referencia al comportamiento actual de la persona y no compararlo con lo que estaba haciendo hasta entonces. Por ejemplo, es conveniente decir "estás muy bien con tu pelo cuidado y arreglado así, se te ve hermosa", pero no conviene decir "¿que has hecho con tu cabello? Menos mal que lo has peinado, lo tenías fatal, te habías descuidado mucho" Es mejor hacer referencias positivas al cambio y evitar referencias negativas al comportamiento antes del cambio.
8) Evita malos entendidos
Las personas con problemas emocionales tienden a interpretar los mensajes y eventos de una forma muy negativa. Por lo tanto es posible que un mensaje neutro e inocente por tu parte sea interpretado negativamente. Esto hay que intentar evitarlo.Es necesario asegurarse de comprenda el mensaje y le quede claro lo que quieres decir. Analiza tu mensaje, míralo desde varios puntos de vista, imagina posibles interpretaciones alternativas, modifica el lenguaje que pueda interpretarse ambiguamente para eviotar que esto ocurra. Aségurate de transmitir los mensajes con claridad y sin ambajes.
Y una vez que hayas emitido el mensaje, asegurate de que lo ha comprendido, que lo ha interpretado correctamente, que no hay dudas ni errores por su parte.
Así ayudarás a tu amigo o familiar
Estos han sido nuestros ocho consejos para ayudar a tu amigo o familiar que precisa de apoyo psicólogico. ¿Conoces a alguien en esta situación? ¿Crees que puedes ayudarle?Si quieres que nosotros también le ayudemos, no dudes en avisarnos. Podemos ponerle en contacto con el psicólogo o psicóloga más adecuado para su caso, empezar el tratamiento y con la ayuda del terapeuta y la tuya tendrá todo lo necesario para salir adelante.
Por último, no olvides compartir este artículo en facebook y/o twitter. Es otra forma de prestar esta ayuda a tus amigos, y conocidos. Pulsa sobre estos iconos:
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